21.1.18

José Villa (Grandes esperanças)





GRANDES ESPERANZAS



¿qué espero ya de la vida?

en realidad no gran cosa

que no me caiga un puto cáncer, digamos
en el transcurso de los diez o doce próximos años

poder seguir teniendo alguna esporádica erección
y al masturbarme todavía arrojar un puto chorro aunque sea
de meados
encontrar un último amor y, suponiendo que esto ocurra
no parecer demasiado patético cuando tenga que
decirle a la afortunada "eres hermosa como la mariposa que vuela de
rosa en rosa, tu sonrisa es el sol que ilumina mi vida" y
de pronto caiga en la cuenta de que la tipa tiene
una verruga con pelos en la barbilla y los dientes torcidos

encontrar un último amor y tener quizá la suerte
de que no le apeste demasiado la boca ni tenga
las piernas tachonadas de celulitis y las tetas no le lleguen
al ombligo y el coño todavía le apriete lo suficiente para no
sentir que estoy follándome al aire cuando me la coja

encontrar un último amor y poder creerle cuando me asegure
que me ama como nunca antes amó a ningún otro hombre
y que la noche primera en que me la encontré parada debajo
de aquel farol en aquella esquina a las 3 a.m
vestida como una puta y apestando a alcohol
fue la primera vez en sus cuarenta y muchos años de vida
que probaba un método alternativo para obtener dinero
desesperada al encontrar que su sueldo limpiando baños en el macdonalds
no alcanzándole ya siquiera para comprarse una puta big mac
mucho menos le alcanzaría para mantener a los 4 de
sus 7 hijos que aún vivían con ella
(mentira, claro, la limpia baños sería una de sus primas)

encontrar un último amor y si acaso no fuera
precisamente una belleza y además le apestara la boca
y tuviera las tetas caídas y una cierta proclividad a empinar el codo
y a largarse luego a la calle borracha y ligera de ropa y subirse
al carro de cualquiera y desaparecerse por días para una vez
reaparecida negarse a follar conmigo pretextando que
"no eres más que un puto huevón mantenido que sólo me quiere
porque le invito la cerveza y le aflojo el jodido culo sin cobrarle por
echar un palo"...

y si acaso, digo, no fuera éste ya postrero amor
precisamente aquel que un conmovido poeta elegiría
padecer para inspirarse en él y así escribir hermosos poemas románticos,
poder mantener, pese a todo, intacta la sagrada llama
del aliento poético y seguir escribiendo
siquiera algún triste poema de tarde en tarde y hasta tanto el
alzheimer o alguna otra mierda degenerativa de esas no
me lleve por fin a recorrer -ya
totalmente achacoso, senil y trastornado-

el último tramo del jodido camino al agujero

José Villa




o que espero eu ainda da vida?

na verdade não grande coisa

que não me calhe um puto dum cancro, digamos
nos próximos dez ou doze anos

continuar a ter alguma esporádica erecção
e ao masturbar-me atirar um jorro nem que seja de mijas

encontrar um último amor e, caso aconteça,
não parecer demasiado patético quando tiver de dizer
à feliz contemplada ‘és bela como a borboleta a voar de
rosa em rosa, teu sorriso o sol que dá luz à minha vida’ e
de repente dar fé que a tipa tem
uma verruga com cabelos na barbela e os dentes todos tortos
encontrar um último amor e ter talvez a sorte
de não cheirar muito mal da boca nem ter
as pernas crivadas de celulite nem as mamas lhe chegarem
ao umbigo e uma racha apertadinha para eu não pensar
ao pôr-me nela que estou a foder com o ar

encontrar um último amor e poder acreditar
quando me disser que me ama como antes nunca amou outro homem
e na vez primeira em que a veja de noite ao pé do candeeiro na esquina
às 3 da manhã vestida de puta e a cheirar a álcool
que tentava outro método para fazer dinheiro
desesperada por ver que o salário de auxiliar de limpeza no macdonalds
não dava sequer para um big mac
nem para manter muito menos os 4 de 7 filhos que ainda tem em casa
(mentira, claro, a auxiliar de limpeza seria uma prima)

encontrar um último amor e caso não seja
propriamente uma beleza e cheire mal da boca
e tenha as mamas caídas e defeito no braço
e saia para a rua bêbeda e com pouca roupa
e entre no carro de um qualquer e desapareça vários dias
e se recuse na volta a ir para a cama comigo alegando que
‘tu não passas de um chulo que só gosta de mim
porque lhe pago a cerveja e lhe abro as pernas
sem lhe fazer pagar a queca’

e caso não seja, repito, este amor derradeiro
aquele precisamente que escolheria um poeta emocionado
para se inspirar e escrever belos poemas românticos,
manter intacta apesar de tudo a chama sagrada
do alento poético e continuar a escrever
um poemita triste de tarde em tarde até o alzheimer
ou outra merda dessas degenerativas
me levar a percorrer – já achacado
de todo, senil e transtornado –

o último trecho do caminho para o buraco.


(Trad. A.M.)



>>  José Villa (blogue) / Poetas siglo XXI (4p) / Facebook

.